Mi propuesta para la dirección del Instituto de Ecología 2020-2024 se desarrolla en un contexto internacional, nacional y universitario, de retos urgentes y complejos, así como de cambios acelerados. Al mismo tiempo, la magnitud de la urgencia y la complejidad de los retos significan, para la universidad, una oportunidad sin precedentes de participar en la atención de los problemas desde la solidez del conocimiento que se genera y la formación de cuadros de profesionales.

En este contexto, se requieren adaptación constante e innovación en el desarrollo de estrategias que faciliten esta indispensable participación de la universidad y que demuestren su compromiso social, al tiempo que se contribuye al conocimiento universal. Así, los ejes estratégicos planteados en el plan de desarrollo persiguen un balance en el que se continúe dando solidez al conocimiento generado y, al mismo tiempo, se facilite el involucramiento y la participación de la universidad con la sociedad.

Siento mucho entusiasmo por dirigir al Instituto con esta visión y construir puentes de colaboración dentro y fuera, colaboraciones que faciliten las transformaciones necesarias para un mejor futuro. Los retos que tenemos hoy en día no podrán enfrentarse en solitario; no importa cuánto talento exista en una sola persona, se requiere de la conjunción de talentos, de visiones, de energías enfocadas en objetivos comunes, y en el Instituto de Ecología hay muchísimo talento y energía.

Confío en que enfrentaremos los retos juntas y juntos, y que encontraré apoyo y colaboraciones de gran alcance en el Instituto y más allá de él.