Biografía y Formación Académica
Desde que tengo recuerdos siempre he estado cerca de la naturaleza. Toda mi infancia fui scout gracias a
mi abuelo (quien era líder del grupo), y las actividades que aquí realizaba generaron en mí las virtudes
de la observación, objetividad y precisión como vías para relacionarme con mi entorno; aptitudes que más
tarde volvería a encontrar dentro del método científico, una forma de vida. El hecho de ser scout fue una
oportunidad única que siempre atesoraré dentro de mí.
De pequeño mataba mi tiempo de 3 formas. Primero, horas interminables de juego. La segunda, la lectura. En
la biblioteca familiar los únicos libros me apetecían para matar largas tardes de ocio eran una extensa
enciclopedia que hablaba sobre los animales. Aprendía sobre la vida silvestre, su ecología, etología y
fisiología, a la cual me acercaba durante horas. Esta lectura fijó en mí un particular interés por los
vertebrados, que me parecen fascinantes y me apasionan. La tercera forma en que abordaba mi ocio era mirar
programas de divulgación científica, generalmente en el Canal Once y Veintidós. La tele era una ventana
hacia el impresionante mundo de la ciencia y a la amenazadora crisis ambiental.
Así, desde niño quería hacer algo por el medio ambiente. Siempre quise ser periodista ambiental o
dedicarme al derecho ambiental, pero al mismo tiempo el mundo de la ciencia me apasionaba. Justo al
terminar mis estudios en CCH-SUR me enteré de la carrera de ecología en ENES Morelia, y me aventuré a
formar parte de la segunda generación. Es una carrera con un rigor totalmente científico, donde he podido
abordar desde distintas disciplinas la complejidad de los sistemas así cómo sus problemáticas. He
adquirido un bagaje general de las fronteras del conocimiento dentro de la ecología.